viernes, 31 de enero de 2014

Correr con liebre oficial - Mitja Terrassa 2014

El pasado 26 de enero tocaba correr la Mitja de Terrassa
La primera y única vez que la había corrido era en 2011. Fue la 2ª media que corrí, tras haber debutado en la del Mediterráneo en octubre 2010.


Con el entusiasmo que tenía entonces para correr una distancia que solo un año antes me parecía inalcanzable, y con los márgenes de mejora que todavía tenía, no se me hizo tan dura como tenía que ser, aunque me llevé algún que otra decepción. La media maratón del Mediterráneo se corre a nivel del mar, unos tramos por el paseo marítimo mismo,  y a finales de octubre. O sea con clima ideal. Si le añadimos que entonces se corría compartiendo parte del recorrido de la maratón y que a partir del km 15 había avituallamiento solido (gajos de naranjas, nueces, plátanos) mi primera media me pareció una fiesta, no una carrera. Novatilla. Pues, en Terrassa las cosas fueron algo diferentes ya que el clima en el Vallés a finales de enero no da como para ir en bañador, que nada de nueces y plátanos, aunque a partir del km 15 estuve buscándolos, y que hay tramos de subida como la rambla que son un verdadero calvario. Y a pesar de todo, pasé de 1h41’ de mi debut a 1h40’.
Desde entonces no había vuelto a correrla. Fundamentalmente por dos motivos: es muy dura y hace solo  2  años no tenía la capacidad de sufrimiento y los entrenos bien hechos que tengo ahora, y además me pillaba en fechas en que mis rodillas empezaban a quejarse (dos años seguidos de parón por condropatía, cada año en una rodilla diferente). 
Pero es cierto que este año me gustaría correr sin parones, o sea hacer una temporada sin lesiones y poder optar a una buena posición en la Championchip, aprovechando del  hecho que acabo de estrenar categoría (45-49 años) y finalmente estoy entre las más jóvenes de la misma.
Y la Mitja Terrassa puntúa triple. Y quizás es la carrera de triple donde más puntos puedo llevarme ya que las demás – Corte Inglés, Bombers, Mercé – casi siempre tienen un cartel de invitadas que corren como demonios y aunque yo haga lo mejor que pueda, siempre me llevo pocos puntos.
Así que para empezar bien el año, me he apuntado, y con plan algo ambicioso, visto el perfil de la media: acercarme lo más posible a 1h35’, fuerte de la MP de 1h33’27” que me saqué en Vitoria a mediado de diciembre.
El caso ha querido que hubiera liebre justo para este ritmo, cosa anómala ya que siempre hay para 1h30’ o 1h40’. Ninguna de las dos me sirve: una demasiado exigente y una demasiado lenta. Pero es cierto que hasta ahora he huido de liebres oficiales ya que siempre van rodeadas de grupos muy numerosos donde es muy fácil tropezar o llevarse algún que otro codazo. Si encima consideramos que a estos ritmos casi todos son hombres, y casi siempre bastante fornidos, los golpes están asegurados.
Pero lo bueno de la Mitja de Terrassa es que se trata de carrera pequeña (este año ni 1900 llegados a meta) así que el grupo en principio no iba a ser y grande y la liebre, de confianza.
En el cajón me puse justo al lado de Manolo, el corredors.cat encargado de esta barqueta, que ya antes de arrancar nos daba explicaciones sobre cómo iba a llevar la carrera, amoldando los ritmos al perfil. En el grupo solo dos chicas, yo y una chica del WITL. No escondo que al verla ya tenía claro delante de quien quería llegar (yo soy así…)
De todos modos la idea era ir pegada, detrás de Manolo, y luego, tras la última subida chunga intentar apretar algo y entrar sub1h35’.
Primeros kms favorables así que el ritmo algo más rápido hasta que a Manolo en el km 2 se le desatan los cordones de una zapatilla. Para y nos dice de mantener el ritmo que ahora nos pilla. No lo tenemos bien claro y el ritmo decae algo. 
Tras los primeros 5 kms empieza a haber algún repecho y hay que adecuar el ritmo para no tener que pagar factura más adelante. Él dice que aflojará hasta 4’40”/km pero mi Garmin me dice que en muchos puntos vamos a 4’55” o hasta a 5’/km. Pero a cada parcial de 5 km él calcula el crono con respecto al plan y parece que tenemos margen.
Mientras, perdemos algún miembro de la “barqueta” y también vamos absorbiendo gente que había salido demasiado rápida o ambiciosa y que ahora se está quedando atrás.
Seguimos, con Manolo que muy sobrado cuenta chistes, aunque con el pasar de los kms la conversación decae un poco.

Yo me veo bien, aún con las piernas algo cargadas, sobre todo la derecha, y me quedo un par de metros detrás de él. Cuando hay bajadas y el ritmo sube pierdo algún metro de más por mis problemas habituales de flato en los tramos hacia abajo.
Llegamos a la temida rambla y el grupo se desgrana un poco. Evidentemente hay quien va más justo de energías y quien todavía tiene algo para mantener el ritmo. Manolo se preocupa, nos anima a mantener la cabeza fría, pero el ritmo baja y el repecho a la derecha justo al acabar la rambla nos deja a todos muy tocados.
Él se da la vuelta y nos felicita porque dice que nunca había llegado al km 19 con un grupo tan compacto. Hubiera sido mejor que se lo callara porque unos metros más tarde el grupo desaparece, muchos se quedan atrás y los que como yo conseguimos quedarnos con él, tenemos que apretar los dientes para entrar en el túnel del km 20, subir la rampeta que nos llevará a meta y pisar la alfombra.
Acabada la rambla, queda la rampa - foto Carlos Sánchez




De hecho en este último km me quedo como única mujer, aunque me adelanta una corredora que venía desde atrás, por su cuenta. La “rival directa” pierde fuelle propio en estos últimos 2 kms y entrará 30” detrás de mí, quizás pagando el hecho que por buena parte de la carrera estuvo unos metros delante de Manolo.
Mi Garmin me marca 1h34’55”, saliendo y llegando a lado de la liebre de 1h35’, de alfombra a alfombra. Más tarde en las clasificaciones aparezco con un crono de 1h35’12” pero igual de satisfecha. Mejoro mi crono de 2011 aquí de 5’, entro la 13 absoluta entre mujeres y 3ª entre las veteranas. Y 86 puntitos de Championchip (a multiplicar por 3).

Experiencia positiva la de ir con liebre oficial, aunque me temo no aplicable a carreras de más de 5000 personas como son las “mayors” de Barcelona. En todo el recorrido un único tropezón, en el kms final, con un corredor que como yo estuvo a punto de comerse un bordillo. Culpa de que lo estábamos dando todo y que supongo íbamos medio cegados por el esfuerzo. De todos modos, una vez pisada la alfombra nos disculpamos mutuamente.
Tras dar las gracias a Manolo, ducha y a aplaudir los cracks que suben al podio. Luego de vuelta a Barcelona con el ticket Renfe gratuito ofrecido por la organización de la Mitja.

Organización que por cierto ha sido optima, aunque si hay que ponerle un puntito negro es que algunas calles por las cuales pasamos resultaban algo estrechas.
Por el resto, de 10: buen espacio de quedada, vestuarios, duchas, avituallamiento, atención al corredor y sobre todo servicio de liebres Corredors.cat  . Y para destacar  el detalle del descuento en la inscripción para personas que no están trabajando. BRAVO para la Mitja Terrassa.

apurando energias mientras la corredora de rosa nos pasa - foto Carlos Sánchez




miércoles, 29 de enero de 2014

Crema di Mascarpone


Para mí, “crema di Mascarpone” quiere decir Navidad. Sí, porque aunque se pueda utilizar para mil tipos de rellenos o acompañamientos dulces, yo la uso casi exclusivamente con el Pandoro.
Y lamento mucho no haber publicado esta entrada cuando procedía. Pido disculpa, aunque os aseguro que se puede degustar en cualquier periodo del año.

A nivel mundial es archiconocido como dulce típico de las Navidades italianas el Panettone. Hablo de lo que nosotros llamamos clásico, el que viene con pasas y trocitos de pieles de naranja y cedro caramelizadas. El hermano pequeño, el Pandoro, no tiene la misma fama planetaria.

En Italia tenemos amantes del primero y detractores del segundo, o al revés, y dentro de una misma familia a menudo hay que meterse de acuerdo para no agriar las festividades a nadie. En mi casa, donde éramos 5 – papá, mamá y 3 hermanas – la mayoría era de Panettone y solo mi hermana Giovanna, que siempre ha destacado para ser la rara de casa, era la que apreciaba más el Pandoro. Hasta llegaba a sacar una a una las pasas del Panettone y a dejarlas en el plato para tirarlas con tanto de no comerlas y tener la sensación que se comía Pandoro.
Así que de vez en cuando había que comprarlo para que ella se dejara de quejas. Pero claro, así éramos las dos pequeñas las que se quejaban. A mí personalmente me parecía muy seco, soso a pesar que va espolvoreado con azúcar glas. Me parecía de comer un "Panettone de pobres".
A mi madre no le quedó más remedio, para mantener la paz o mejor dicho cuidar de sus oídos, que presentarnos un “aderezo” para que comer el dichoso Pandoro resultara más agradable. Y esta era la crema de la cual voy a pasar receta.

Ingredientes:
2 huevos
50g azúcar
250g queso mascarpone
1 cuchara sopera de Ron (opcional)


Primero separar las claras y las yemas de los huevos y ponerlas en 2 cuencos diferentes.
A las yemas añadir el azúcar y con la ayuda de una cuchara de madera amalgamar hasta que se quede una crema bastante fluida de color amarillo claro.
En el otro cuenco montar las yemas a nieve e irlas añadiendo a la crema poco a poco, utilizando siempre la cuchara de madera para que los ingredientes se vayan mezclando bien.  Por ultimo añadir la cucharada de Ron y mezclar bien.

Guardar en la nevera y sacar sólo antes de servir, en pequeños bols individuales o directamente en el plato a lado de la porción de Pandoro. También se puede tomar con galletas o cereales. 


Nota: naturalmente nadie impide tomarla también con Panettone. Como entre los ingredientes hay huevos crudos, intentar consumirla dentro de unos días (con Jon en casa, ningún problema. Habitualmente no llega a las 48h, aunque la receta sea para 4-6 personas) 



martes, 14 de enero de 2014

Cruz y cara (con cruz) de correr en Valencia

El pasado día 20 de octubre, cuando estábamos de lleno metidos en la preparación del Maratón de Donosti, fuimos a Valencia para correr el medio maratón Trinidad Alfonso Doble o hasta triple objetivo:
  • -          Test para el maratón, algo más que un mes antes
  • -          Tentativa de retoque a las MPs aprovechando que a los dos la preparación iba sobre ruedas aunque Jon con un golpe en las costillas que no le deja entrenar y sobre todo descansar bien.
  • -          Conocer @CorredorFran, con el cual a través de twitter compartimos ideas y congeniamos muy bien

Salimos de Barcelona ya el viernes, con calor y humedad en ambas  ciudades.

Vamos a comer en un sitio aconsejado nada más y nada menos que por Carles Castillejo y el equipo de Foroatletismo, Raquel y Salva. Allí mismo tenemos la ocasión de poner cara y hablar en vivo con Fran. Y no hace falta decir que la impresión de que se trata de buena persona y gran amante del running  y de la cultura del esfuerzo se reforzó aún más. 

El día siguiente participamos al entreno de Adidas con Arturo Casado (que aquel domingo iba a debutar en medio maratón) y Vanesa Veiga.  Calor y humedad sofocantes, hasta para un trote cochinero de 30’.  Piernas pesadas y sensación de sofoco.
Con Javier Zapata y Vane Veiga

La mañana del domingo las noticias no son buenas, yo sigo con sensación de pesadez, me noto como hinchada y la humedad no ayuda. Jon tampoco se nota muy fino.
Una lástima, ya que veníamos los dos en buen estado de forma y con toda la ilusión de hacerlo bien. Por no hablar de la inyección de autoestima necesaria para el maratón.
De todos modos vamos a la salida y al disparo arrancamos, cada uno desde su cajón. Evidentemente los dos anímicamente tocados, aunque lo intentamos no tenemos muchas posibilidades de éxito.
Yo en el km 2 pidiendo la hora y el avituallamiento, casi ciega por el sudor, Jon que se para en el km 9 y me lo cruzo cuando en el km 10 el Garmin me confirma que no va a salir nada digno. Se junta conmigo, con la idea de acompañarme pero, aunque su presencia habitualmente me anime, veo que a cada km voy más lenta. En el km 12, con él que respira con fatiga y que yo me voy apagando más a cada paso, decidimos dar la vuelta e ir hacia la meta.
Mientras vamos hacia el guardarropa nos cruzamos con Fran y no nos queda otra cosa que darle la mala noticia. Uff, con la ilusión que llevábamos en la maleta!
Volvemos al hotel, nos duchamos y nos vamos de hacia Barcelona, esta vez con la decepción en las maletas.
Una vez en casa le vamos dando vuelta y Jon me sugiere intentar otra media rápida mientras él intentará recuperarse del todo del golpe en las costillas.
Entre varios calendarios encuentro la media maratona de Cunit (Tarragona) y me apunto. Con pocos inscritos y nivel discreto de los participantes, consigo ganar la media, aunque seguramente por el hecho de haberla corrido con 29 grados y con una disposición nefasta de los avituallamientos, paro el crono con un decepcionante 1h38’55. Pero es cierto que una vitoria algo de ánimo lo da, a pesar del cabreo que me llevo por el riesgo importante de deshidratación que he corrido.
La vitoria el Cunit no me quita la espinita de Valencia así que antes del maratón, cuando se me presenta delante de los ojos un banner que dice que apuntarse a los 10K Divina Pastora de enero costa sólo 8€, apunto los dos, sin consultarlo con Jon. Luego ya veremos si vamos o no.
Con el maratón que no nos deja secuelas (el martes ya los dos entrenando, yo con otra cita importante el 15 de diciembre, para intentar lograr la mínima para que el club me pueda presentar a los campeonatos nacionales no sólo como Veterana sino también en la categoría absoluta) y la espinita que allí se ha quedado, finalmente decidimos ir a correr a Valencia los 10K.
Quedamos una vez más con el buen Fran, que se deja convencer (tampoco tuvimos que insistir mucho) a correrla él también, con el añadido que hay que ponerle cara a @PreMarathon .
La ilusión otra vez a tope. Estamos bien los dos y aunque yo haya fallado un propósito de MP en Nassos (Train Hard, Win Easy es la Ley  y yo he pecado de soberbia ya que en diciembre  los entrenos han sido intermitentes) nos hemos quedado con el buen sabor de boca de la perfecta máquina organizativa de la media, con un buen trato a los corredores y con los servicios muy bien estudiados.
Y sí, esta vez todo ha ido como tenía que ir! Encuentro con Fran media hora antes de la salida, breve trote conjunto y cuando Jon se mete en el cajón élite, nosotros dos a los nuestros. Y justo unos minutos antes de la salida, cuando estoy concentrándome y haciendo los últimos estiramientos, oigo alguien que me llama: es Víctor, alias @PreMaratón!!!!!  Qué alegría, entre 10500 personas! Ha reconocido la equipación del C.A. La Blanca y nos da tiempo presentarnos y desearnos suerte. Lo mismo me había pasado unos minutos antes, cruzandome con @MartiDiez durante el calentamiento. 


Al disparo me toca caminar los 30m que me separan de las alfombras aunque cuento con empezar a correr justo después ya que el paseo de la Alameda tiene una anchura de 18m y habrá espacio para todo tipo de ritmo. DESACIERTO! Hacemos 500m al trote y ya veo escapar mi sueño de MP. Delante de mí ha salido mucha gente con un ritmo decididamente más lento, ya que no puede ser por cansancio que corren a 4’30” … acabamos de empezar!!! Además tras los primeros 700m la calle se estrecha y no hay espacio para adelantar. Cae un tío enorme mientras lo intenta así que decido no insistir demasiado y ver si podré recuperar más adelante. Marco los primeros dos km a ritmo respectivamente de 4’20” y 4’16”. Y en el km 3 nos espera el puente de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, largo y con una buena subida. Sin embargo parece que la cuestecilla sirva para desgranar un poco el pelotón donde estoy atrapada y de hecho consigo acelerar marcando el primer km por debajo de los 4’10”. 
Ya en el otro lado del Paseo tenemos una recta muy larga en falso llano, que termina con el avituallamiento y el paso por el segundo puente. A pesar del miedo que paso cuando hay asfalto mojado (asignatura pendiente de las Adidas Energy Boost: la falta de caucho Continental y por ende el poco agarre en condiciones de mojado) acomodo y controlo el paso. Creo que con el ritmo de los últimos 2 kms he llenado el gap de los segundos perdidos  y voy a ritmo de MP. 
Y lo más importante es que me encuentro muy fresca y sin agobios ni respiratorios ni musculares. Me noto con una zancada muy efectiva, amplia y muy recta. Signo que no estoy cansada, que tengo gasolina en el depósito. 

Nos alejamos un poco del Paseo, donde volveremos para encarar la media. Ahora se corre bien aunque haya alguien que empieza a pinchar y a aminorar el ritmo de repente. Me pego a una pareja del Club de Evasion Running: él acompaña a ella, supongo para hacer una buena marca. Cuando empieza el km 8 tengo sensación que puedo hacer un cambio, así que meto toda la carne en el asador, los adelanto y ellos me siguen. Hacemos la última curva para encarar la recta de meta, de más de 1 km de largo. El hombre de Evasion se pone a mi lado pero la chica se queda atrás. Me giro y la animo a acelerar, que ya lo tenemos. Quiero devolver el favor de haber chupado rueda casi dos kms. Ella se anima algo pero yo ya tengo la mirada en el arco de meta, aunque quede todavía una barbaridad. Veo la gente que corre como en slow motion. Como ya me pasó en el último km del maratón, adelanto todo lo que se mueve y para hacerlo me tengo que poner en el lateral del paseo porque muchos runners parecen que ya no tienen para sprintar. El vídeo de mi entrada a meta da la idea (se me ve en la parte izquierda de la pantalla ya desde el segundo 47).

Muchos arcos, mucho público, uno speaker de lujo @JoxeSpeaker que anima a todo el mundo, mientras paso bajo un arco que dice 41’51” NO PUEDE SER!!!! Paro el crono y el Garmin me dice 41’24”, por motivo de aquellos primeros 30m andando.  Aunque también me dice que faltan unos metros para cumplir con los 10K. Raro, porque la carrera estaba en el calendario de la RFEA, y se supone que allí están sólo carreras homologadas, y que casi siempre miden unos metros de más.

De todos modos  yo esperaba bajar de 42’30” y pensaba ya que aquello iba a ser mi limite cronométrico en los 10K. Metros de menos? He bajado igualmente, de 42’30” y también de 42’! Y por cierto, he entrado en la posición 40 de 2300 y pico mujeres corriendo, la 7ª en categoría F40

Jon me llama desde detrás de las vallas, está con Sergi Enriquez, los dos satisfechos, Jon con MP mejorada en 46” y nuevo personal best en 32’05”, Sergi contento porque tras un año parado y una intervención en la rodilla vuelve a verse fuerte.

Yo no me lo creo todavía y reconozco que hoy sí, me entran ganas de llorar de emoción. Lo que no me ocurrió con el Maratón, o con la victoria de Cunit, o con la mínima para los campeonatos Nacionales lograda en el medio maratón de Vitoria, está saliendo hoy.
Lágrimas de emoción y de satisfacción ya que este resultado es solo mío, sin liebre personal, sin ayuda, sin globo de referencia. El buen trabajo hecho en estas últimas 2 semanas ha dado sus frutos. Una vez más Train Hard, Race Easy!
Me reúno con Jon, una charleta rápida con Sergi y Antonio Cepeda (como corre este hombre, con 40 años!!!) y nos juntamos otra vez con Fran para una cervecita rápida. Él también viene con una MP en el bolsillo, a pesar del resfriado de la última semana.  Nadie paga bravas, sobre todo porque tenemos poco tiempo . Más tarde me enteraré que también Víctor y Marta han mejorado su MP.  Día redondo!

Nos duchamos, comemos y al tren, de vuelta a Barcelona.

Y durante el viaje llega la cruz de esta cara: el circuito no está homologado! Ha habido un lío entre la organización de la carrera y la Federación Valenciana de atletismo. Así que lo que marcaba el Garmin tiene sentido.

Me quedo con una MP igualmente porque al ritmo del último km hubiera cubierto 100m de más en cerca de 20” así que el resultado es igualmente un sub42’.

El subidón no me lo quita nadie.

Volveremos a Valencia, poco pero seguro. Quizás en otoño el maratón de Valencia sea Campeonato de España …. 



PS: la organización también esta vez ha sido impecable, aunque como a menudo pasa, creo que había pocos lavabos para tanta gente. El guardarropa muy rápido, a la entrega y a la recogida. Hemos pagado 8€ cada uno y nos han dado una camiseta Nike que es la copia de la de hace 2 años en Bombers (carrera que pagamos la friolera de 20€). Animación, speaker y público de 10. Y sobre todo quiero destacar que Jon, que acreditaba una marca de 32'51" ha tenido derecho a meterse en el cajón de los élites, utilizar el parque cerrado de ellos, y las carpas dedicadas para dejar la ropa. En Barcelona, donde en principio le conocen más que en Valencia, ni de broma ha recibido un trato lejanamente similar. En Italia sí. Algo pasa en Barcelona