Como todo el mundo bien sabe
hombres y mujeres, siendo deportistas o no, tenemos una masa muscular muy
diferente, por calidad pero sobre todo por cantidad.
Las mujeres somos menos
musculadas, salvo raros casos (y sin considerar las atletas alemanas del Este
que en los años 70 lo ganaban todos, pero de femenino tenían muy poco) y encima
con la edad tenemos tendencia a perder masa muscular más rápidamente.
En esta foto (de hace ya más
de 18 meses) se puede notar como, a pesar de alimentación en común y solo alguna
diferencia en los entrenos, Jon tiene “algo” de masa muscular más que yo.
Jon y Ro SJD (foto Óscar Roche) |
Yo misma a pesar de haber
hecho deporte prácticamente toda mi vida, evidentemente no tengo la misma
predisposición de las atletas alemanas arriba mencionadas (y por suerte, añado
yo, ya que están casi todas muertas o han cambiado de sexo). En mis años gastados
en el gimnasio, lo único que había obtenido era un cuerpo muy fibroso y, como
casi siempre toca, casi solo en la parte de arriba: brazos, bíceps, hombros y
algo de abdominales.
Desde cuando me he puesto a
correr, hace 4 años, he adelgazado casi 7 kg y como muchos kilos tampoco me sobraban,
lo que he perdido ha sido más masa muscular, incluyendo la poca que tenía en
las piernas (sobre todo cuádriceps). Consecuencia de ello, he ido gastando
también más cartílagos y me he ganado condropatía rotuliana en las dos piernas.
Y a razón de ello, y tras dos parones de 3 meses cada uno para rehabilitación,
intento no faltar nunca a mi sesión de gym (pesas) para intentar reconstruir
algo de la masa perdida.
Pero quizás el hecho de tener menos músculos tiene un
lado positivo: a menudo me cruzo con runners de sexo masculino que tienen
alguna molestia o rotura fibrilar, o sobrecargas o algo de todos modos
relacionado con los músculos. Más raro oír hablar de esto tipo de dolencia a
una corredora. Cierto que nosotras tenemos a
menudo problemas relacionado con los dichosos cartílagos o, desafortunadamente,
con artrosis, artritis y otras “amenidades” que se ceban más con las mujeres.
Y todo esto rollo lo he
soltado por una frase que mi madre nos regaló este verano durante las
vacaciones en los Alpes Italianos. Resulta que a final de junio mi mamá cumplió
80 años y como regalo de cumple decidí regalarle las vacaciones de verano. Con
Jon íbamos a alquilar un pisito en Val d’Aosta así que me puse a buscar para
que fuera una casita, con una habitación de más y cierta independencia.
mi mami y sus estupendos 80 añitos |
Al llegar allí a inicio de
agosto me asusté ya que la casa, muy mona, típica de los Alpes, se encontraba
algo aislada del pueblo más cercano, concretamente 1 km y medio de tornantes
con pendiente muy pronunciada. Me preocupaba que mi madre no tuviera la independencia
a la cual está acostumbrada: ir y venir cuando quiera. Ella está acostumbrada a
sus paseos diarios, para comprar el periódico, hacer la compra y todos sus trámites.
Pero lo hace en Milán, ciudad plana donde las haya.
Casa vacaciones verano 2013 Más fotos de las vacaciones verano 2013 aquí
A pesar de que ella me
asegurara que no había problema, los primeros días la bajamos al pueblo en
coche y lo mismo hacíamos para volver a casa. A partir del 3er día ya se bajaba
y subía sola a la hora que más le apetecía.
Jon y yo, mientras, debido a
los entrenos y a las excursiones en
altura, durante los primeros días estuvimos a menudo quejándonos de las
agujetas.
Y un día mi madre nos suelta
una frase que recuerdo a menudo cuando noto las piernas cansadas o se me ha
quedado alguna agujeta de un entreno o de una carrera: “lo bueno ser mujer y
encima mayor hace que no tenga ningún tipo de masa muscular en ninguna parte
del cuerpo, así que yo, nada de agujetas”. Toma! Jajaja, nunca hubiera pensado en
algo así!
Espero que esta frase funcione
también para el domingo que viene y que no haya sobrecarga, roturas más de lo
aguantable o calambres, ya que de músculos me llevo muy pocos.
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Miss Músculo, que tiemble Schwarzenegger |
Qué sabia es tu madre :-)
ResponderEliminarSuerte en la maratón!!
bss
Tania
gracias Tania, aún con sumo retraso. Sí que tenía razón mi mamá. Al no tener músculos no he tenido ningún problema muscular durante el maratón (a pesar del frío que nos dejaba las patas como palos) y aún menos tras él. De hecho el lunes he descansado por pereza pero el martes ya había vuelto a entrenar ... viva las mujeres sin masa muscular :)
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